un santo de los derechos humanos

Alberto Hurtado sj promueve la participación política

Nuestra época necesita afirmar fuertemente la responsabilidad de cada hombre en los intereses comunes. Entre los deberes de justicia el cumplimiento de los deberes cívicos es una obligación grave de todo ciudadano. La política mira al bien común, está destinada a crear las instituciones de justicia social que traen el bien general.

¡Cuántos bienes dependen de las leyes! La educación, bienestar, libertad, el respeto a la conciencia, la organización de la vida económica, la defensa de la patria. A nadie, por tanto, le es lícito desinteresarse de una causa en que se juegan intereses tan importantes.

La autoridad es absolutamente necesaria; hay una inmensa falta de respeto al poder establecido que es necesario afirmar. Las sanciones eficaces son indispensables y hace falta que sean en verdad eficaces frente a los grandes como a los pequeños, y más frente a los grandes, porque su responsabilidad es aún mayor.

Acabar con la miseria es imposible, pero luchar contra ella es deber sagrado. Que el país vea que sus políticos no buscan intereses personales, sino los de la nación y que ponen todas sus energías para dar bienestar no a un grupo sino a la masa de sus conciudadanos; que si no se obtiene todo lo que se desea es porque la pobreza de la nación, la falta de medios humanos y técnicos no permiten llegar más lejos. Eso convence.
Extractos del capítulo 12 del libro “Humanismo Social”

El padre Hurtado se enfrenta con la jerarquía de la Iglesia

“Tal como el Padre Hurtado veía las cosas, se había producido conjuntamente una ruptura de amistad y la confianza que le tenia Osvaldo Salinas (Obispo auxiliar de Santiago) y con ello se sentía inhabilitado o desautorizado para el ejercicio de su cargo. (Asesor de la Acción Católica). Todo esto provenía de una serie de hechos que lo hacían sentirse herido y hasta vejado. Se había encontrado de la noche a la mañana con el nombramiento de un Vice-Asesor –prácticamente un sucesor-“
pag. 189 del libro “El padre Hurtado” de Alejandro Magnet